Foto: Diego J. Santos
AQUELLA VIRGEN
Eres la Virgen aquella
que por mi puerta pasaba,
y a contemplar tu hermosura
hasta el aire se paraba.
Eres la Virgen aquella
que el sol competía en brillo,
y tu cara deslumbraba
a mis ojos de chiquillo.
Eres la Virgen aquella
divina, como una estrella,
nunca mi calle pisó
mujer mejor ni más bella.
Al cabo de tantos años,
te contemplo y me parece,
que en vez de casi trescientos,
a penas tuvieras trece.
© Casimiro Bleda
Onrubia
Foto: Diego J. Santos
Me has emocionado con este poema Casimiro, y es que tras leerlo, la he mirado y he sentido muchas cosas. Gracias amigo. Un fuerte abrazo, que ya queda muy poquito.
ResponderEliminarQue sentimientos tan hermosos nos suelen fluir al paso de nuestra "Dolorosa". Son sencillamente bellas palabras que duermen en silencio al cobijo de su amor.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, Pilar.
Amigos Pilar y Pepe, gracias por vuestros sentidos comentarios. Un fuerte abrazo
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