El
domingo 23 de noviembre de 1913 se celebró en Aranjuez, en el
Jardín
de la Isla, concretamente alrededor de la Fuente del Niño de la Espina, un
homenaje a José Martínez Ruíz, que desde 1904 firmaba con el ya imperecedero
seudónimo de Azorín. Fue un acontecimiento literario que reunió a una gavilla
de relevantes intelectuales españoles, convocados por la iniciativa de José
Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez. El poeta de Moguer, tan unido a Rusiñol,
fue quien eligió precisamente los Jardines de Aranjuez como lugar idóneo para
la celebración de aquella “Fiesta de las Letras” que unía para siempre la
personalidad del gran escritor de “Los pueblos”, “Castilla” y “La voluntad” a
nuestro Real Sitio y Villa.
El homenaje a Azorín suponía un desagravio de
la intelectualidad joven a un maestro de la generación anterior que había visto
zozobrar en tres ocasiones, en 1912 y 1913, su más que razonable y justo
intento de ser recibido en la Real Academia Española. No ingresaría en la
Institución hasta 1924. Era un homenaje al escritor egregio y al tiempo un
grito de protesta ante lo que consideraban una injusticia.
En
Aranjuez se reunieron representantes de dos importantes generaciones de
escritores, la de 1898 y la de 1914, que coincidían en su visión de una España
regenerada, viva y moderna, superando los sectarismos y miradas cortas que,
entre otros errores, habían cerrado las puertas de la Academia, el templo del
idioma castellano, a uno de sus más pulcros y sabios cultivadores.
Para
conmemorar aquel acto, en el mismo sitio y fecha, pero cien años después, se ha
vuelto a reunir un grupo considerable de amantes de la literatura y de la
historia, cuyo fin principal ha sido el de recordar la figura de tan singular
personaje. El broche del acto literario, no pudo ser mejor, al ser la música en
la voz de la soprano rivereña Mónica Luz, la que puso fin al mismo.
Transcribo
unos pensamientos a cerca de Aranjuez en otoño, del escritor homenajeado:
José Martínez Ruiz (Azorín)
"Aranjuez
en otoño tiene un encanto que no tiene( o que tiene de otro modo) en los días
claros y esplendidos de la primavera . Las largas avenidas desiertas muestran
su fronda amarillenta, áurea. Caen lentamente las hojas; un tapiz muelle cubre
el suelo; entre los claros del ramaje se columbra el pasar de las nubes. En los
días opacos el amarillo del follaje concierta- melancólicamente- con el color
plomizo, ceniciento, del cielo. Y si el viento, a intervalos, mueve las ramas
de los árboles y lleva las hojas de un lado para otro, la sensación del otoño-
tristeza, anhelo infinito- es completa en esos parajes."
Azorín.
Fuente del Niño de la espina, en el Jardín de la isla (Aranjuez)
obra de Casimiro Bleda. Óleo/tabla
Bibliografia :
Alcaldía de Aranjuez, Cuadernos historia de Aranjuez
¡Cuanta historia tiene tu segundo pueblo!. Da gusto leer tantas cosas bonicas.
ResponderEliminarUn beso
Querida paisana, también da gusto ver la cercanía de los amigos. Un beso fuerte
EliminarAquí en el colegio nos llevaron a ver la que fuera su residencia familiar, ahora Casa-Museo, en Monóvar.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encantan las descripciones de Azorín haciendo referencia al otoño, sobre todo ese otoño de Aranjuez que debe de ser fascinante y maravilloso poder contemplarlo. En realidad he leido poco sobre la obra de Azorín, en Petrer pasaba largos veranos con sus familiares y hace referencia en ciertos poemas sobre las costumbres de dicha localidad, con una narrativa muy ilustrada y peculiar. Felicidades por ese bonito óleo del Jardín de la Isla.
ResponderEliminarY ya solo me queda desearos unas maravillosas fiestas de Navidad y sobre todo un Feliz y Próspero Año Nuevo 2014.
Me consta que será muy especial!!! Abrazos, Pilar
Felices Fiestas!,
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Casimiro, aquí vengo para desearte que 2014 te traiga lo mejor. Un abrazo amigo.
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