Las fotografias son del archivo de José Rafael Navarro (Blog Tobarra)
ABC 1952
LA TORRE DE MI PUEBLO
Para Pedro y Jesús Onrubia
¿Por qué de luto se viste
hoy el pueblo de Tobarra?
¿Por qué la gente alarmada
gimiendo cubre su cara?
Autómatas parecian...
y extertores pululaban:
en mi interior presentía
que nada bueno pasaba.
Y al preguntar qué ocurría,
los pulsos se me pararon
cuando una mujer me dijo:
"La Torre se ha derumbado"
Gruesas lágrimas brotaron
de mis ya nublados ojos,
y como loco corrí
al sitio tan desastroso.
Cuando a la plaza llegué,
con la vista yo, buscaba
la esbelta torre roqueña
que antes altiva se alzaba.
Mezclado el polvo fátuo
con un sol débil, bañaba
el lugar que mis miradas,
creían verla lozana.
Palomas revoloteaban
con triste y penoso vuelo,
sobre tus muros amados
donde quedan sus hijuelos.
Y, cuando bajé la vista,
-que cuadro más horroroso-
los escombros centenarios
estaban allí de hinojos.
Los pedazos de cornisas,
las barandas, los sillares...
todo en espectral silencio;
la Torre ya era un cadaver.
Y por encima de escombros,
la retorcida veleta
con la cruz, su compañera,
coronaba aquella mole
de sillares, piedra y tierra.
Muy cerca, se encontraba
esa campana sonora,
que a los que mueren...despide
y a los que vivimos honra.
La que hizo volver los rostros
sudorosos del trabajo,
extasiando las miradas
con su ex bello campanario.
¡Cuántas veces yo, de niño
he mirado tu silueta,
tan airosa, tan altiva,
tan erguida y tan esbelta!
Y a pesar de mi dolor,
aún me queda el consuelo:
que los aires se levantan
dando tu morir al cielo.
¿Qué más gloria ha de caberte
a Tí, ex noble guardiana
si a pesar de que no existes
no te olvidará Tobarra?
No debes sentirte triste
que tu campaña se alba(sic):
hasta viste a los franceses
vencidos, huir de España.
Y en una revolución,
(con tus años de existencia)
la supiste resistir
y en Tí, celebraron fiestas.
¡Descansa en paz, pues te juro
lo mismo que jura el pueblo,
que tu campana al tocar
de Tí nos traerá el recuerdo!
¡Adios! digo emocionado
a tus centenarias piedras.
Llorando de Tí me alejo...
cuando el pueblo entero reza.
Francisco Ruiz Reina Tobarra, enero de 1952
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