Vistas de página en total

martes, 5 de febrero de 2013

DÍA INTERNACIONAL DEL CANCER








Ayer día 4 de febrero se conmemoraba-recordaba  una enfermedad, de la que creo, nadie o muy pocos puede decir que no tiene a alguien cercano afectado por élla, la palabreja maldita "CANCER".

Afortunadamente, las probabilidades de curación son muy altas, si se tiene la suerte de cogerlo a tiempo.
Desde estas letras, quiero mandar un mensaje de esperanza y solidaridad a todos los afectados, y mis mejores deseos de pronta recuperación.

Con referencia a esta fecha, hace unos días me encontré con una historia que me impresionó y quiero compartirla con todos vosotros, esta historia viene en una canción que creo que merece conocerse por dentro, ésta es..

"Caruso"
Fue escrito por Lucio Dalla en el verano de 1986 y publicada en octubre de ese mismo año en el álbum "DallAmeriCaruso".

Lucio Dalla se disponía a tomar un barco en Sorrento, (Italia) y  debido a unos problemas técnicos tuvo que aplazar el viaje, viéndose así obligado a buscar alojamiento en esta localidad. Para poder hospedarse había disponible solamente un lujoso apartamento en el Grand Hotel Excelsior Vittoria, donde el famoso tenor italiano Enrico Caruso, había vivido los dos últimos meses de su vida y en el que se conservaban intactos sus libros, sus fotografías y su piano.

Ángelo, que tenía un bar en el puerto le contó a Lucio esta historia... y él la regaló al mundo con música.


Enrico Caruso


El Gran Caruso estaba enfermo de cáncer a la garganta y sabía que tenía los días contados pero eso no le impedía dar lecciones de canto a una joven de la cual estaba enamorado.

Una noche de mucho calor no quiso renunciar a cantar para ella que lo miraba con admiración, así que, aun encontrándose mal, hizo llevar el piano a la terraza que daba al puerto y empezó a cantar una apasionada declaración de amor y sufrimiento.
Su voz era potente y los pescadores, oyéndole, regresaron al puerto y se quedaron anclados bajo la terraza.
Las luces de las barcas eran tantas que parecían estrellas o quizás las luces de los rascacielos de Nueva York...
Caruso no perdió las fuerzas y siguió cantando sumergiéndose en los ojos de la muchacha apoyada al piano.
Esa noche su estado empeoró.
Dos días más tarde, el 2 de agosto de 1921, moría a los 48 años de edad en Nápoles, ciudad en la que había nacido el 25 de febrero de 1873.
Esta canción narra el drama de esa noche... con luces y sombras del pasado... con muerte y vida...
Un hombre enfermo que busca en los ojos de la muchacha un futuro que ya no existe...
Un testamento de amor...
Este fue su último concierto...
Y éste su excepcional público.... el mar, las estrellas, los pescadores, las luces de las barcas y su amada...

Esta es la traducción al castellano de tan hermosa y emotiva canción.

"CARUSO"


Aquí donde el mar brilla
y sopla fuerte el viento,
en una vieja terraza
frente al golfo de Sorrento.
Un hombre abraza a una muchacha
ahogado por el llanto,
luego se aclara la voz
y da comienzo al canto.

Te quiero mucho,
pero mucho, mucho, sabes...
Es una cadena ahora
que funde la sangre en las venas, sabes...

Vio las luces en el medio del mar y
pensó en las noches allá en América,
pero sólo era el reflejo de algunas lámparas
y la blanca estela de una hélice.
Sintió el dolor de la música
se levantó del piano,
más cuando vio la luna
salir tras una nube
le pareció dulce incluso
la muerte.
Miró a los ojos de la muchacha,
aquellos ojos verdes como el mar,
entonces súbitamente
cayó una lágrima
y él creyó ahogarse.

Te quiero mucho,
pero mucho, mucho, sabes...
Es una cadena ahora
que funde la sangre en las venas, sabes...

La fuerza de la lírica
donde cada drama es falso,
que con un poco de maquillaje
y con la mímica, puedes llegar a ser otro.
Pero dos ojos que te miran
así, cercanos y verdaderos,
te hacen olvidar las palabras
y confundir el pensamiento.
Así todo parece tan pequeño
también las noches allá en América,
miras atrás y ves tu vida
como la estela de una hélice.
Sí, es la vida que se acaba,
sin embargo, él no lo pensó tanto,
por el contrario, se sentía ya feliz,
y volvió a comenzar su canto.

Te quiero mucho,
pero mucho, mucho, sabes...
Es una cadena ahora
que funde la sangre en las venas, sabes...

Os dejo con el autor y su obra:


2 comentarios:

  1. Gran entrada Casimiro, y gran homenaje a las personas que luchan día a día por la enfermedad. Necesitan mucho apoyo. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Pepe por tus visitas y comentarios al blog. Un abrazo y lo mismo te deseo.

    ResponderEliminar