Magdalena

pecadora.

Quizá por eso elegida,

por ser mujer encendida,

rodeada y siempre sola.

Magdalena

compasiva.

Arrojándote en el suelo,

unges sus pies con perfumes

y los secas con tu pelo.

Magdalena

arrepentida.

De experiencias anteriores,

recibiendo los perdones

de quien te otorgó la vida.

Magdalena

bondadosa.

Alma abierta en par en par,

sin consuelo en tu llorar

afligida y temblorosa.

Magdalena

inquebrantable.

Te dijo que volvería,

al alba del tercer día

y te quedas a velarle.

Magdalena

Jubilosa.

Su promesa se ha cumplido,

Resucitado ha venido

a la puerta de la fosa.

2-Abril-1990

Foto Video Román

FRAGUANDO VERSOS CON ARTE